EL PICAFLOR ANDINO: WINCHUS
Francisco Carranza Romero
(El picaflor, mosaico de Harry Chávez Alzamora, 2023)
Resumen
El picaflor, especialmente el diminuto, llama la atención por su vuelo
acrobático y por su
plumaje polícromo que brilla con el rayo solar. Los andinos lo consideran buen
mensajero de esta y otra dimensión, buena suerte para quien lo ve o lleva sus plumas. Los
que comparten su hábitat le han creado historias haciéndolo su protagonista.
Abstract
The hummingbird, especially the tiny one, draws attention for its acrobatic
flight and for its polychrome feathers that shine in the sunlight. The people
of the Andes consider it as a good messenger of this and other dimensions, as a
symbol of luck and fortune for those who see it or carry their feathers. Those
who share its habitat have created stories about the hummingbird, making it the
protagonist.
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El pájaro picaflor de la familia trochilidae tiene muchos nombres en Hispanoamérica, los citamos en orden alfabético: colibrí (voz taína), chupaflor, chupamirto, chuparrosa, pájaro mosca, picaflor, tominejo, tucusito, zumbador... En la lengua quechua es conocido como winchus, winchis, kinti (quendi y quinde son voces castellanizadas). Su canto es de sonidos chillantes y chirriantes.
Es de diferentes tamaños,
desde muy pequeño hasta mediano. El diminuto picaflor es el que más llama la
atención por sus variados colores iridiscentes, por su vuelo veloz hacia arriba
y hacia abajo, hacia adelante y hacia atrás, y puede mantenerse suspendido en
el aire batiendo sus alas más de 100 veces por segundo.
Su pico muy largo y
delgado es como una aguja. Su lengua larga y que se curva por los bordes
laterales se vuelve un tubo. Así, el pico y la lengua sirven para succionar y
lamer el néctar y polen de las flores; por eso es buen polinizador. También es
insectívoro.
Sus depredadores son las
aves rapaces; pero, ahora también está en riesgo su supervivencia por la
fumigación de las flores con insecticidas.
Aparece en relatos,
creencias, pinturas, cerámicas, mates burilados, tejidos y, para mayor
objetividad, está grabado en la pampa de Nazca.
Aquí está un relato en
español y quechua ancashino. Áncash está en el área dialectal del Quechua
Central o Quechua I (QI).
1. EL PEQUEÑO GIGANTE
(El
relato extenso aparece en Carranza, 2000 pp. 9-11).
En el tiempo remoto dicen
que este mundo estaba con poca luminosidad. En ese entonces, las aves grandes y
fuertes se sentían superiores ante otras pequeñas y de poca fuerza.
La divinidad que todo lo
ve, convocando a las aves, les había dicho: A ver, ¿quién puede traer el
brillante collar del sol? Este mundo necesita luz y alegría.
Inmediatamente, el cóndor
se puso en su delante. Los halcones, los gavilanes, los cernícalos y el
gallinazo se pararon al lado del cóndor. Y, para sorpresa de todos, el picaflor
también se paró al lado de los poderosos.
El cóndor voló rápido
hacia arriba; en eso, por su tamaño grande y por su peso comenzó a cansarse.
Llegó hasta la Luna. Volviendo a la tierra contó: “La Madre Luna me ha recibido
feliz. Me ha regalado la bufanda tejida con las hebras de su propia cabellera
blanca. Ella ha afinado mi quena”. Hizo escuchar a todos la melodía selenita.
Los halcones también
volaron; pero, cansados descendieron en un lugar muy caliente. Allí vencieron a
las aves grandes, blancas y rojas. Al volver a la tierra mostraron las afiladas
garras de esas aves.
El gavilán y el cernícalo
volaron hasta un lugar de enormes zancudos a quienes los vencieron y les
arrancaron sus alas. Al retornar a la tierra, al narrar sin orden ni
coordinación, casi se pelearon.
El gallinazo entró a un
túnel de la tierra para salir por la espalda del sol. Totalmente ennegrecido
salió por la puerta opuesta del túnel. Al volver, oscureció la tierra. Contó a
todos: “He vencido a los malvados del mundo subterráneo. Ya no me enfermaré
porque he bebido el tónico de la vida”.
El picaflor, gracias a su
peso muy liviano, voló y voló sin cansarse. Mientras el sol contemplaba las
competencias de las aves, le quitó uno de sus bellos collares. Al retornar a la
tierra, mientras chupaba el néctar de una flor, escuchó las aventuras de otras
aves. Cuando terminó el tiempo del relato, apareció brillante, y jaló el bello
collar hacia las colinas. Este mundo se iluminó y embelleció. Todos se
alegraron.
La divinidad también se
alegró mucho; en ese momento dijo: “Tú eres el pequeño gigante”. Le regaló un
látigo y le iluminó la mente.
ICHIKLLAYLLA HATUN
Wiñay punchawshi kay
patsaqa ichiklla atsikyaq kanaq. Tsay punchaw, hatsusaq, hinchi pishqukuna,
mana kallpayuqkunapa, ichishaqkunapa ñawpanchaw, aypa tukuyaq.
Llapanta rikaq qapaq,
pishqunata qayaykur, kayta ninaq: Maa, ¿pitan intipa chilapyaq wallqanta
apamunqa? Kay patsa atskita, kushikuyta wanan.
Tsay patsa kunturqa
ñawpanman ichirqan. Wamankuna, pitsakkuna, killikshaykuna, wiskul kunturpa
manyanman ichiyarqan. Mana yarpashqata, winchuspis aypakunapa manyanman
ichirqan.
Kunturqa sas witsaypa
paarirqan; nikar, hatun yura kar, lasaq kar, pishipayta qallarqan. Killayaq
charqan. Patsaman kutir willakurqan: “Killa Mama, kushishqa chaskimarqun.
Kikinpa yuraq aqtsanwan awashqa kunka pitunata qaramarqun. Paymi kiinaata
allitsarqun”. Killa takita llapankunata wiyatsirqan.
Wamankunapis paariyarqan;
pishiparnin huk achaq patsaman ratayarqan. Tsaychaw hatusaq, yuraq, puka
pishqukunata shiqiyarqan. Patsaman kutimur tsay pishqukunapa puncha
shillunkunata rikatsikuyarqan.
Pitsakwan killikshay
hatusaq wanwakunapa patsanyaq paariyarqan, paykunata shiqiskir rikrankunata
rachiyarqan. Patsaman kutimur, lluta lluta willakur, ichikllapa maqanakuyarqan.
Wiskulqa, intipa qipanpa
yarquyta munar, patsa tuquman yaykurqan. Hankat yanayashqa qipa tuqu punkupa
yarqurqan. Kutimur, patsata tutapatsirqan. Llapankunata willakurqan: “Patsa
rurin mana allikunata wañutsishkaa. Manam qishyashaqnatsu, kaway hampitam upyashkaa”.
Winchusqa, ankashlla kar,
mana pishipar paariypa paarirqan. Pishquna llallinakuqta inti rikaranqanyaq,
huk shumaq turmanyayninta qichurqan. Patsaman kutimur, huk waytapa mishkinta
shuqur, wakin pishqunapa rurayninkunata wiyachakurqan. Willakuy patsa ushariptin,
chilapyar yurikarqan, huk shumaq wallqata hirkakunam sutarqan. Kay patsaqa
atsikyarqan, shumaqyarqan. Llapankuna kushikuyarqan.
Qapaqpis imanaw
kushikurqan; tsay punchaw nirqan: “Qam ichikllaylla hatun kanki”. Astanan
qararqan, umanta atsikyatsirqan.
2. COMENTARIO
Los andinos, que
mantienen la relación con la naturaleza, conocen las cualidades especiales del
picaflor, y lo diferencian de otras aves.
1. Vencedor
de aves grandes. Se dice que vence a aves grandes y rapaces como el cóndor (kuntur),
gavilán (pitsak), halcón (waman) y cernícalo (killikshay).
Cuando está en peligro ante algún rapaz, lo provoca para que vuele. Cuando el
otro vuela, se eleva veloz y verticalmente; luego, baja sobre la espalda del
rapaz para darle picotazos. El picaflor de cola larga azota con ésta los ojos
del rapaz y luego huye volando arriba verticalmente. El rapaz, que no puede
defenderse ni atacar por estar en vuelo, prefiere huir para posarse en algún
lugar.
Por esta proeza, la gente
que sobresale en la vida superando las difíciles condiciones es comparada con
el picaflor.
2. Mensajero
de buena noticia. Su presencia en los espacios cercanos donde está el ser
humano es motivo para adivinar algún mensaje bueno de esta u otra dimensión. En
el relato mítico “El hombre oso” (ukuku runa) el picaflor avisa al
hombre oso sobre los peligros: cercanía
de diez hombres enviados por el curaca para matarlo, cómo pelear contra el alma
condenada y el diablo. El hombre oso, vencedor en todas las contiendas, expresa
su gratitud sembrando y cultivando flores para el picaflor. (Carranza, 2000,
pp. 71-83).
3. Símbolo de buena
suerte. Si llega al jardín o huerto no hay que espantarlo, es
la presencia de la buena suerte. En la oniromancia también es un símbolo
positivo. Una mujer de la comunidad de Quitaracsa (Áncash), que lloraba y
sufría por la muerte de su hijo que se ahogó por caer al río, fue consolada por
la tía quien la visitó para narrarle su sueño: Pushkuyllu machay runakuna
kayta niyamarqun: Amanash waqankitsu. Ishkay ullqu wamraykikunash kanqa,
paykunash winchusnaw paariyanqa. (Las gentes de la cueva Pushcuyllo me han
dicho esto: Que ya no llores. Que tendrás dos hijos varones, y que ellos
volarán como el picaflor). La señora, después de oír este relato onírico, se
calmó. Y tuvo dos hijos a quienes los cuidó y puso su esperanza en ellos.
Sus bellas plumas son
apreciadas como amuletos de buena suerte. Su pluma como adorno en la cinta del
sombrero o como vincha (diadema) asegura la suerte. El danzante que lleva la
pluma del picaflor se mueve alegre y ágil.
4. Símbolo de la libertad.
No es domesticable, se muere en la jaula.
5. Su
cerebro contiene mucha memoria e iluminación. Es lo que dice el que sabe (yachaq);
por eso, cuando se ve este pajarillo hay que tratar de atraer su energía
mental.
Referencias
Carranza Romero,
Francisco: 2000, “Madre Tierra, Padre Sol”, Computer Age, Trujillo, Perú.
2003, “Diccionario quechua
ancashino-castellano”, Iberoamericana Vervuert, Madrid.
2023, “Diccionario español-quechua
ancashino”, Iberoamericana Vervuert, Madrid.
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