EL DEMONIO EN LOS ANDES
Francisco Carranza Romero
Instituto de Estudios de Asia y América (Universidad Dankook, Corea del Sur)
(En "Homenaje a Eugenio Chang-Rodríguez", editores Thomas Ward, Richard Caccchinone A., Universidad Ricardo Palma, Lima, 2017; pp. 60-89).
I. INTRODUCCIÓN
Muchas religiones, siguiendo el dualismo, representan al demonio como el paradigma del mal en contraste con el paradigma del bien; por eso, aun sin haberlo visto y tenido contacto, lo describen y representan con las formas más grotescas y desagradables. Además, a él le responsabilizan del desorden universal, incluyendo todos los errores humanos cometidos y por cometer. Si el demonio no existiera, ¿a quién se acusaría de todas las culpas del género humano? Gracias a él, la carga humana de la culpabilidad se hace más liviana.
Desde los tiempos primitivos hasta la actualidad, hay gente que considera al ser humano como un simple títere en las manos de los poderes sobrenaturales: qapaq (dios, constructor) / supay (demonio, destructor). Con un poco de atención auditiva y observación comprobamos que la palabra quechua qapaq es palíndromo o capicúa. Un caso muy especial en la denominación de la divinidad. En el caso de la denominación árabe Alá, se trata sólo de tres fonemas (la misma vocal al inicio y fin, y la consonante ele en el centro). Veamos el siguiente gráfico.
qapaq / supay
willka / ranya
La sacralidad (willka) es la cualidad de qapaq; lo profano (ranya) es la cualidad de supay.
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Desde 1532 (año de la captura del inca Atahualpa) los conquistadores cristianos calificaron a los americanígenas (indígenas de América) como gentiles, paganos e idólatras. Actualmente la palabra “gentil” se refiere al qullanan runa (hombre primigenio, hombre del tiempo anterior a la llegada de los españoles). Los ídolos, creencias y ritos no cristianos fueron relacionados con el demonio. Una actitud que respondía al pensamiento de aquellos tiempos: Extra eclesiam nula salus est (Fuera de la iglesia no hay salvación). Pero también fue una justificación de los maltratos de parte de los conquistadores a los conquistados. Así quedó la concepción binaria:
Dios / demonio
Bautizado (cristiano) / no bautizado (pagano)1
Creyente (post Jesum) / pagano (pre Jesum)
Fiel / infiel
Ídolo cristiano (santo) / ídolo no cristiano (no santo). Objeto para la destrucción y
extirpación.
Templo cristiano: sagrado / templo no cristiano: profano
Liturgia cristiana: santa / liturgia no cristiana: no santa
Camino de salvación / camino de condenación
Meta: cielo / meta: infierno
Conquistador / conquistado
Imposición del dios cristiano / sustitución del dios local
Precisamente, este estudio es sobre el demonio en el mundo andino. “Durante la colonización cristiana las prácticas religiosas autóctonas fueron prohibidas, por lo que pasaron a ser realizadas de forma clandestina”2.
En este escrito hay datos bibliográficos y testimonios de primera mano porque el autor mantiene el diálogo con sus hermanos quechuas.
El cronista indígena Felipe Guaman Poma de Ayala (waman puma: halcón puma), al hablar de las huacas y Tupac Inca Yupanqui, dice:
1 El que crea y se bautice, se salvará, pero el que no crea, se condenará” (Marcos: 16 -16).
2 Gabriela Milanezi: “Danzas y andanzas del Diablo”, en Cuernos y Colas, eds. Alfredo López Austin y Luis Millones, Lima: Fondo de la Asamblea de Rectores, 2013, p. 143.
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"Topa Inga Yupanqui hablaua con la uacas y piedras y demonios y sauía por suerte de ellos lo pasado y lo uenedero de ellos y de todo el mundo […] Pero lo demás de cosas de Dios no le enseñó a sauer, aunque dizen que decían que abía otro señor muy grande más que ellos. Eran diablos y ací decían zupay, que por tal le conocían por supay, y ancí de ellos sauían todo lo que pasaua en Chile, en Quito. De preguntar a estos supayconas tenía oficio los hicheseros pontífises llamados cunti uiza, ualla uiza"3.
Los hechiceros mayores son kunti wisa, walla wisa.
El cronista mestizo y cristiano Inca Garcilaso de la Vega en sus "Comentarios reales" menciona a este ser: “[…] Zúpay, que quiere decir diablo, y para nombrarle escupían
primero en señal de maldición y abominación”4.
Muchos andinos narran historias tremebundas, pero también jocosas del supay. En los relatos y actos los quechuas expresan el miedo por el poder y las mañas del supay; pero también se burlan de él porque conocen sus debilidades.
En cuanto a la lengua quechua, conviene hacer la siguiente explicación de su clasificación dialectal: Quechua I (QI) abarca el área de los departamentos de Áncash, Lima, Jauja y Huánuco. Quechua II (QII) se refiere a todas otras áreas de Perú, Argentina, Bolivia, Ecuador y Colombia.
Área geográfica de la investigación
La investigación se basa, principalmente, en la comunidad campesina y quechua de Quitaracsa (pueblo natal del autor) y áreas cercanas. Sin embargo, también hay referencias de otros pueblos que el autor ha visitado buscando información sobre el tema.
El topónimo Quitaracsa también está transcrito como Quitaracza (la zeta, aunque se escriba, no se pronuncia diferente de la ese) porque pocos saben sobre su origen:
3 Felipe Guaman Poma de Ayala, El primer nueva corónica i buen gobierno, eds. John V Murra, Rolena Adorno, y Jorge Urioste, México: Siglo XXI, 1980, folio 262.
4 El Inca Garcilaso de la Vega, Comentarios reales, Barcelona: Bruguera, 1968, Libro Segundo, Cap. II.
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qitaa raqra: quebrada de ciénaga, quebrada de lodo. Por este valle estrecho corre el río Quitaracsa o Hatun Mayu (río grande) como lo llaman los quitaracsinos para diferenciarlo de sus afluentes. La pampa de menos de dos kilómetros recibe tres afluentes: Yana Mayu (río negro), Lampay (por remover la tierra como la palana) y Hanka Yaku (agua de nieve). Políticamente, es un caserío dentro del distrito de Yuramarca o Yuracmarca, provincia de Huaylas, departamento de Áncash (QI), Perú. Por los topónimos ya podemos deducir que se trata de una comunidad donde todavía se habla la lengua quechua, más por la lejanía de ciudades hispanohablantes que por la política lingüística de conservación de las lenguas indígenas.
Los lingüistas, los historiadores y los geógrafos deben aclarar el problema de la doble denominación actual del distrito. Mi opinión: Yuramarca (yura marka: pueblo con matas de árboles). Esta denominación es la más antigua y con criterio objetivo porque este lugar cálido fue y es la despensa frutal del Callejón de Huaylas. Sin embargo, últimamente también escriben Yuracmarca (yuraq marka: pueblo blanco). La supuesta blancura de este pueblo no es lo más distintivo ni de lejos ni de cerca. Posiblemente es por la analogía con otros topónimos en donde se sincopa el fonema postvelar /q/ como en el caso de Yuracoto (yuraq qutu: morro blanco) que está en Caraz. En yuraq qutu hay el encuentro de dos fonemas gemelas /q/ (al final de yuraq y al inicio de qutu). En este caso es muy natural que se simplifique el doble fonema y se escriba en castellano como Yuracoto.
Étnicamente, la comunidad de Quitaracsa está más relacionada con Pomabamba (Callejón de Conchucos)5. Por esta razón los pobladores del Callejón de Huaylas califican así a los quitaracsinos: conchucanos (natural del Callejón de Conchucos. Kun chuku: sombrero con figura solar Kun. Sombrero distintivo de los de esta zona), chuquis (chuki: lanza. Los pobladores de esta zona eran lanceros) y satis (sati: grupo étnico del área de Conchucos). En el escrito de Titu Cusi Yupanqui, hijo de Manco Inca y nieto de Huayna Cápac, se menciona a los satis y antis ayudando al ejército del inca rebelde en la contienda contra los españoles en Cusco:
5 Kun = sol, héroe del mito fundacional; chuku = sombrero. Callejón de Conchucos, que contiene muchos callejones, es área de la cultura Chavín. Los pobladores de esta región usaban sombreros con la figura de su protector Kun. Y con este nombre hay muchos topónimos: Cundemayo (Cajamarca), Cundesuyo, Cundebamba, Cundinamarca (Colombia).
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"Los españoles, como se bieron muy çercados en tanto aprieto y que tanta gente çercava, sospechando entre sy que allí sería los postrimeros días de sus vidas, no biendo de ninguna parte ningún remedio […] y los yndios […] acometieron a ponerles fuego a la yglessia sino que los negros que ençima de ellos estavan se lo estorvavan aunque con hartos flechazos que los yndios satis y andes les tiraron"6.
Y los quitaracsinos, apenas oyen el quechua de tonos agudos y suaves de los huaylinos, aceptan los calificativos y los asumen porque se dan cuenta que realmente son diferentes a ellos. Además, saben que wayllallu (waylla: césped, cespedal) es un insulto dirigido al que no se atreve a remontar las montañas y prefiere la vida del llano suave y cubierto de césped o champa (en quechua). Y el calificativo castellanizado “huayllallo” significa: afeminado.
II. COMENTARIO LINGÜÍSTICO Y FILOSÓFICO DEL NOMBRE SUPAY
En nuestro intento de explicar la estructura y el significado de la palabra supay (demonio), partimos de la palabra base upa que tiene muchos significados.
1. UPA
1.1. TONTO, IGNORANTE
Upa karmi kaayimankistu.
No me entiendes porque eres tonto.
Es menos ofensivo que tuqruu (cabeza hueca). Tuqruu papa es la papa que tiene el interior vacío y hasta con podredumbre.
6 Titu Cusi Yupanqui,Ynstrucción, Lima: El Virrey, 1985, p. 22. La cursiva es del autor.
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1.2. INOCENTE, INGENUO, BUENO
Wamraykiqa upallaraqmi.
Tu niño todavía es inocente
En muchos relatos y en la creencia popular los tontos y los inocentes son los que tienen más contacto con el mundo de los espíritus. Y cuando se enfrentan con el supay triunfan tal como aparecen en muchos relatos andinos7. Resumen: Una pareja de tontos estaba de viaje del pueblo del esposo al de la esposa. Al llegar la noche prefirieron descansar en una cueva en el borde del camino. Cuando estaban durmiendo, a media noche, el tonto se despertó por la bulla de música y conversaciones. Acercándose al borde de la roca en la entrada de la cueva vio que abajo, en la pequeña meseta, había fiesta, banquete y juegos de azar de ricos señores. Por sus aspectos, eran los diablos. Asustado volvió y se acurrucó a la espalda de su
esposa; pero ella, se despertó con urgencia de defecar. El esposo le pidió que no hablara fuerte y no se acercara al borde de la roca. La esposa, apremiada por su malestar estomacal, no le hizo caso ni le entendió, se acercó al borde de la roca, se levantó la falda, dio la espalda hacia el precipicio y desde allí vertió el fétido chorro acompañado de pedos sobre los ricos fiesteros, quienes, sorprendidos, comenzaron a reventarse por el contacto con el líquido apestoso; y otros, que no habían sido salpicados, huyeron despavoridos dejando el oro y las piedras preciosas que eran objetos de apuestas y juegos. Apenas clareó el día el esposo bajó al escenario de la fiesta donde halló monedas de oro, alhajas y piedras preciosas regadas. Todo lo recogió y subió para despertar a su esposa, contar que había vencido a los diablos y continuar el viaje. Cuando llegaron a la casa de la esposa contaron la hazaña.
Los consuegros, reunidos por el gran acontecimiento, celebraron la hazaña del joven vencedor de los diablos. Con esa riqueza adquirieron tierras, ganados y organizaron una gran fiesta para el pueblo.
Upaqa mantsakuyta yachantsu: El tonto no sabe lo que es el miedo.
7 Francisco Carranza Romero, Madre Tierra, Padre Sol: (Patsa mama, inti yaya): mitos, leyendas y cuentos andinos, Trujillo: Editorial Computer Age, 2000, “El tonto y el diablo”, pp. 88-91.
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1.3. QUE NO HA LOGRADO SU REALIZACIÓN, DE PROCESO TRUNCADO, QUE YA NO PUEDE REALIZAR SU FUNCIÓN
Para esta acepción abundan los ejemplos.
Para esta acepción abundan los ejemplos.
Upa ñawi: ojo que no puede ver o no entiende lo que ve. Se refiere también a ciertos animales que no ven cuando nacen.
Upa rinri: oído que no oye, sordo.
Upa runtu: huevo huero.
Upa shimi: boca que no habla, mudo.
Upakshu: pimpollo, botón que aún no se abre para mostrar los pétalos. Es el botón
misterioso antes de mostrar sus pétalos.
Upa kutsuna: cuchillo sin filo.
Upa maki: mano torpe, mano sin habilidad, mano no entrenada, mano de obra no calificada.
Harapa upan (lo no concluido del maíz): hongo negro (Ustilago maydis) que dificulta el desarrollo de los granos de la mazorca tierna (choclo, elote). Otros nombres quechuas del hongo negro: aputu (Callejón de Huaylas), puqpii (Callejón de Conchucos). Los aztecas lo conocen como cuitlacoche.
Upaalla: silencioso, callado. El silencio es concebido como el sonido no realizado.
¡Upaalla!: ¡Silencio! Upaallay: silenciarse.
Este tercer significado nos ayuda a entender mejor la naturaleza del supay: un ser tonto, ingenuo, que no ha logrado su realización.
2. Upay
La palabra upay es en el Callejón de Conchucos. En el Callejón de Huaylas es upee, donde se nota la adiptongación y medialización vocálica ay > ee.
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Como nombre significa espíritu. “[…] los espíritus en el mundo andino siempre representaron el bien y el mal”8. El upay se manifiesta en tres cualidades:
Yuraq upay: espíritu blanco. Está relacionado con la claridad del día, absoluta pureza, vida, paz, inocencia, unidad, positividad, verdad.
Yana upay: espíritu negro. Está relacionado con la oscuridad de la noche, absoluta impureza, muerte, caos, maldad, negatividad, falsedad.
Suqu upay: espíritu gris; la neutralidad entre blanco y negro, entre lo positivo y negativo. Está relacionado con la melancolía, indecisión, duda, fusión de alegría y tristeza.
Muchos mencionan al supay simplemente como suqu. Este estado de no ser claro ni oscuro; de no ser totalmente positivo (yuraq) ni totalmente negativo (yana) es el sufrimiento silencioso del suqu. Por eso, quizás aún tiene la esperanza de salvación. Los tres colores referidos expresan el concepto de la complementariedad en la realidad espiritual.
Como verbo significa: truncarse en su proceso, atontarse, malograrse. Kay runtuqa upashqam (Este huevo se ha vuelto huero, se ha truncado en su proceso de hacerse pollito).
3. EXPLICACIÓN ETIMOLÓGICA DEL NOMBRE SUPAY
A continuación va la explicación etimológica y el proceso de la simplificación del enunciado “suqu upay”:
suqu upay > suupay > supay
En este sintagma se encuentran estos fenómenos fonéticos: a) La síncopa de la postvelar /q/. b) La simplificación de las vocales gemelas en suupay.
8 José Vilcatoma, “De condenados, demonios y qaraqarias, en Cuernos y colas, eds. López Austin y Millones, op. cit., p. 86.
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Otro caso que respalda este tipo de cambio lingüístico:
tantata munay > tantanay (tanta-na-y): literalmente pan querer; querer pan.
Aquí hay la síncopa de dos sílabas heteroléxicas: -ta (morfema del objeto directo) y mu-, la primera sílaba del verbo munay.
En el quechua actual existe el morfema verbal desiderativo –na que se pone al nombre del objeto que se desea, luego se verbaliza con el infinitivo –y. Ejemplos:
Yaku: agua. Yakunay (yakuta munay > yaku-na-y: querer agua, tener sed).
Puñuy: dormir. Puñunay (puñuyta munay > puñu-na-y: tener deseo de dormir).
Shiqiy: vencer, dominar. Shiqinay (shiqiyta munay > shiqi-na-y: tener deseo de triunfar en una contienda).
4. SUPAY: CREATURA SUFRIENTE Y VÍCTIMA
Hay tres pensamientos que el autor ha oído en quechua varias veces y en diferentes lugares. Aunque los haya oído en quechua no puede afirmar a qué cultura original pertenecen porque los quechuas contemporáneos también son mestizos culturales prehispánicos y posthispánicos. Además, hay muchas concepciones similares que se dan en muchos lugares, por lo que parecen ser universales.
Qapaq kamayninta mana qunqantsu.
Dios nunca se olvida de su creación.
La negación está enfatizada con el adverbio de negación mana y el morfema negativo –tsu pospuesto al verbo conjugado (qunqa-n-tsu).
Si el qapaq es el creador, y el supay es lo creado; ¿cómo el creador puede olvidarse de su creatura? Como el hombre del campo es agricultor y ganadero refuerza este principio con los principios de labor y responsabilidad:
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Alli murukuq runa, ¿manaku murunqanta alli rikan?: El buen agricultor, ¿acaso no cuida responsablemente su sembrío?
Alli waatakuq runa, ¿manaku waatanta alli rikan?: El buen ganadero, ¿acaso no cuida bien su ganado?
Y esta concepción no es exclusividad de los pueblos andinos. “Iblis no se convierte jamás en ‘el mal en sí’, es siempre una criatura de Dios y, por ello, instrumento necesario en las manos de Dios”9.
Qapaqwan supay, imay karpis, shuqanakuyanqam.
Algún día dios (qapaq) y demonio (supay) se reconciliarán (harán las paces).
Es el deseo humano de que las energías extremas se complementen algún día y produzcan una obra perfecta, una armonía que aplaque el sufrimiento de la humanidad y no sólo del supay. Será el tiempo de la superación de la lucha de los contrarios, la dialéctica mal entendida.
Supaypis, manam niyanqanaw allaapa yaqatsu; paypis, allawchi, imanaw
ñakan.
El demonio no es tan malo como lo describen; él también, pobrecito, cuánto sufre.
El supay es considerado como un ser de mucho sufrimiento por no haber podido llegar a ser dios ni hombre.
A continuación una parte de un relato:
“-Abuelito, ¿cómo es el supay?
9 Annemarie, Schimmel, Las dimensiones místicas del islam, Trotta, Madrid: Trotta, 2002, p. 211.
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-¡Achachay! (¡Qué miedo!). No, abuelito, mejor no cuente nada de él; como ya es de noche, me da mucho miedo –mi hermana encoge sus hombros y cruza sus brazos sobre su pecho.
-Calma, mi niña, calma. Él no es tan terrible como lo pintan. Es un ser desgraciado que no ha podido realizarse totalmente, y de eso está muy consciente, por eso sufre más que cualquier otro ser. Nos puede inducir al mal pero no nos puede comer porque no tiene estómago como nosotros…”10.
El supay es víctima de los seres humanos porque es calumniado de todo lo malo.
Allawchi supay, pipis payta shimpin: Pobrecito diablo, todos le echan la culpa.
Veamos los siguientes casos en que el supay es calumniado:
Supayta rikapakay: Tener la sensación de ver al diablo.
El descontrolado bebedor de licor llega a perder la razón; obra y habla sin ningún control. Este estado de locura es conocido como “ver diablos”, “ver diablos azules”. En verdad, el borracho no está poseído por el supay, está bajo los efectos de la droga del alcohol.
Imanarquuchi, supaychi shunquuman yaykurqun; tsaychi wañutsikurquu: No sé qué me pasó, posiblemente el diablo habría entrado a mi corazón; por eso habré asesinado.
Pobre y cobarde justificación del asesino, después de su acto violento y ciego.
Supaytsu runata wañutsin; runa masinmi wañutsin: El diablo no mata a la persona; su semejante lo mata.
Supaychi suwakuyta yachatsimarqun: Posiblemente el diablo me habría enseñado a robar.
10 “El tonto y el diablo” en Carranza, Madre tierra, Padre sol, op. cit., p. 88.
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Hasta el ladrón, el que no respeta lo ajeno, se justifica echando la culpa a supay. Aunque otros digan que el diablo roba el alma, pero él no es un ladronzuelo que arrebata cosas ajenas. En su estado es más respetuoso del bien común y personal que muchos humanos.
El supay siempre es víctima del ser humano cobarde e irresponsable que, en vez de asumir su error o culpa, lo acusa como autor intelectual.
5. FITÓNIMOS CON LA PALABRA UPAY Y SUPAY
Upay tukru: bastón del espíritu. Planta de tallos muy delgados y frágiles, de flores amarillas, de la región puna. Sus hojas sirven para curar el mal del susto.
Upaypa makin, upay maki: árbol de hojas como las manos abiertas. Su madera es suave para el tallado. Su fruto negro como la uva negra o cereza es amarga y sirve para curar la sarna. Según un relato, son las manos crispadas del curaca injusto que fue tragado por la tierra, y que en ese lugar apareció ese árbol mostrando las manos abiertas y desesperadas del curaca. Este árbol también es conocido como maquimaqui (makimaki: de muchas manos)11.
Upa shanku: planta de frutillas dulces y anaranjadas que deben comerse en silencio.
Supaypa waytan: flor del diablo. Esta flor es el pelargonio o más conocido como geranio, una planta de hojas pelusientas y de flores de cinco pétalos. Los campesinos del Callejón de Conchucos no la ponen en los templos católicos. En el relato “Parancu, tierra del supay y almas condenadas” el hombre que fue conducido a Parancu (provincia de Pomabamba, Perú) de donde logró sacar un gajo de la flor del diablo12.
A continuación, un diálogo con el sacerdote Alberto Gonzáles López, natural de Pomabamba, que en 2008 tenía 82 años:
11 Carranza, Madre tierra, Padre sol, op, cit., pp. 59-67.
12 Carranza, Madre tierra, Padre sol, op. cit.
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-Padre, ¿por qué no ponen la flor del geranio en la iglesia?
-¡Achachay! (¡Qué miedo!) Dicen que es la flor del diablo. Como sabes, en quechua se llama supaypa waytan.
-Padre, ¿usted cree en eso?
-Por algo la gente tendrá esa creencia. Pero la flor es bonita.
6. EL ETNÓNIMO UPI: 1. Mosto espeso que no sirve para hacer la chicha.
2. Fuego apagado, rescoldo, fuego muerto.
III. MORADAS DEL SUPAY
Es un ser omnipresente que puede estar en donde sea, oculto hasta en los ambientes de los templos cristianos, hasta detrás de la cruz teniendo los brazos abiertos para engañar a la gente. Sin embargo, su hábitat preferido es el ambiente oscuro, deforme, solitario y descomunal.
Los lugares agrestes donde no hay camino (purun patsa: lugar salvaje). Es la naturaleza no alterada por la acción humana: Cerro empinado de roca muy dura donde no hay vegetación. Pendiente de piedras y tierra movediza. Quebrada profunda y estrecha de donde brota agua que colorea las piedras, y ese color del óxido del metal penetra hasta su interior; la única no afectada es la piedra negra. Esta filtración de agua no es bebible por animales ni personas que conocen su toxicidad.
En México también el diablo mora en el lugar agreste: “El diablo se muestra en puntos singulares de la geografía de Cholula, destacando su nexo con cerros, barrancas”13.
El mundo subterráneo (patsa rurin –QI-, uku pacha –QII-). Allí se penetra por pasadizos oscuros, estrechos y peligrosos. Algunos que se han atrevido entrar han salido enfermos o han muerto adentro. Dentro de los socavones hay gases tóxicos.
13 Ligia Rivera: “El diablo en la tradición popular de la ciudad sagrada de Cholula”, en Cuernos y colas, ed. López Austin y Millones, op. cit., p. 218.
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En la medicina andina este mal es conocido como “mal sitio” (patsa). Patsam runapa shunqunta mikun: El mal sitio come el corazón de la gente. El corazón es el motor de la vida.
Sin embargo, el espacio del inframundo no es sólo morada del mal y de la muerte, es también la morada del bien porque la vida vegetal se nutre del subsuelo, y el agua del manantial brota desde el interior. Además, está poblado de otros seres especiales relacionados con la profundidad y la humedad que son mencionados a continuación:
Piñiñiku. Pequeño ser antropomorfo de aspecto joven. En los momentos tranquilos y ante la presencia de gente inocente sale de las profundidades para jugar con los pastores y ayudarles a cuidar el rebaño. Anda con su honda de líneas zigzagueantes (paki waraka: honda paqui, honda sagrada). La usa sólo para defenderse de los buitres, zorros y otros seres14. Cuando un buitre despistado lo confunde con una presa y lo ataca, en ese momento el piñiñico (voz castellanizada) se defiende a hondazos.
Ayra warmi (mujer del encanto) o simplemente Ayra. Mora en las profundidades y se manifiesta en las cataratas, encañadas, manantiales y cerros. Con su canto y belleza encanta a los jóvenes buenos y los conduce a su morada oculta. Los devuelve cuando los familiares le suplican la devolución. No los devora ni mata.
Waraqllay (wara-q-lla-y). Es el duende del amanecer. Denominación más común en el Callejón de Conchucos. Waraq: el que amanece, el que se manifiesta en la hora del alba. En el Callejón de Huaylas es conocido como Ichik Ullqu (lit. pequeño varón). Mora en los manantiales alejados de la gente.
Apalliku. Es un ser agresivo que se presenta como un niño abandonado y que llora clamando: Apallikallkamay: Por favor, álceme. Por favor, sálveme alzándome. Cuando
el compasivo e ignorante de la cultura andina lo alza, aumenta el volumen de su llanto. En ese momento aparecen otros apallicos (voz castellanizada), que estaban ocultos, dispuestos a arrebatar la energía vital del compasivo humano.
14 Carranza, Madre Tierra, Padre Sol, op. cit.
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Conviene aclarar que Ayra, Piñiñiku, Waraqllay y Apalliku no son seres relacionados con el supay; simplemente son otros moradores del inframundo húmedo.
La cueva oscura (tutapaq machay). Es la boca del cerro y del inframundo. Las cuevas oscuras y de gargantas profundas son peligrosas porque emanan gases tóxicos; por algo no son guaridas ni de los animales. Son las moradas del supay.
Los antiguos andinos usaron como vivienda y tumba las cuevas abiertas y que reciben los rayos solares. Actualmente, para usar estas cuevas, hay que desinfectarlas primero porque son también moradas de otros animales que dejan sus parásitos como piojo, pulga, pique o nigua. Y, por ser cementerios, también contienen bacterias y virus de los restos humanos.
El viento loco (uti wayra). Corre llorando y dando gritos de espanto; pero, el viento suave y abrigador también engaña con su abrigo. Dentro del viento puede estar el supay.
La niebla oscura (yana pukutay). Quita la visibilidad cercana y lejana provocando
inseguridad y miedo. Qué mejor escondite para el supay.
La casa grande (hatun wasi). Por su dimensión desproporcionada empequeñece al ser humano y distorsiona su voz. No son posadas recomendables. Fueron viviendas de poderosos curacas y hacendados. Generalmente, fueron construidas con la energía de gente pobre y hasta en situación de esclavitud. Estas casonas, comparadas con las humildes casas de los constructores, demuestran la injusticia por la acumulación del poder y bienes en pocas manos. Las almas condenadas también moran en las casonas y no gozan de la paz post mortem por la avaricia de los dueños durante la vida.
Animal monstruoso (achachay kuru). Puede ser una fiera grande como el puma, o un gusano como la tarántula (atapuquy). Aquí evito citar los animales que el cristianismo ha relacionado con el diablo: serpiente, gato, macho cabrío (que tiene relación con Pan y aquelarre).
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El supay mora en los espacios y seres muy peligrosos como el lugar agreste, mundo subterráneo, cueva oscura, viento loco, niebla oscura, caserón y animal monstruoso.
Una clara referencia para evitarlos o prepararse para enfrentarlos.
A pesar de su omnipresencia el supay no aparece relacionado con el agua y el sol. Yaku mama (madre agua) es un ser sagrado que da vida y purifica. Inti yaya (padre sol) da claridad y vida. Son manifestaciones de la divinidad que hasta ahora son respetadas e invocadas por los andinos que conservan su cultura.
IV. SUPAY, SER DE MUCHOS NOMBRES Y FORMAS
Es un ser que se alegra mucho cuando la gente lo nombra por su verdadero nombre supay, porque este acto de nombrarlo lo considera como una invocación y halago: La gente que sabe esta cualidad suya, para no convocarlo ni darle la alegría, al referirse a él, recurre a
palabras que expresan la carencia de alguna cualidad importante o a palabras descriptivas que expresan una cualidad negativa. Pero, si se tiene que usar la palabra tabuizada supay, conviene pronunciarla en voz baja como para que no oiga. Algunos, como refiere el Inca Garcilaso de la Vega, hacen gestos de rechazo (escupen o expresan asco) o añaden un calificativo negativo como: mana alli (supay): (diablo) maligno, malvado.
El castellano (idioma indoeuropeo) también tiene muchas palabras para referirse a este ser. A continuación hay algunas en orden alfabético: ángel caído, asmodeo (símbolo del deseo carnal, del mazdeísmo. También citado en el Libro de Tobías), belcebú (-hebreo- baal zebub: señor de las moscas, príncipe), demonio (–indoeuropeo daimon > gr. daimónion > lat. daemonium: el que divide), diablo (gr. diabolos > lat. diabolus: calumniador), iblis (-árabe-: privado de toda bondad), lucifer (portador de luz), luzbel (ángel de luz), príncipe de las tinieblas, satán (hebreo: adversario), satanás (griego: adversario), etc.
1. Carente de belleza
La imaginería mental describe al supay con las características más negativas. La sociedad andina acepta esas imágenes.
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Las denominaciones, por ser muchas, aparecen en orden alfabético.
Chulla Chaki: de un solo pie, de pie impar. Este diablo cojuelo tiene un pie humano y el otro de venado por lo que su caminata no es armónica. Las descripciones más comunes son que la pata de venado es de la rodilla hacia abajo, por eso el nombre chaki (pie) y no chanka (pierna).
Este calificativo es más común en la región amazónica (selva alta y selva baja). En esa misma región también se usa, aunque menos, Rata Chaki: pie cojo, cojo. El nombre rata se refiere a una lesión del pie y no a la ausencia del pie.
El supay, por andar haciendo tantos males en el mundo, se ha vuelto cojo, se ha lesionado.
Hatunkaray hacha hananchaw puñukuqta, Chulla Chakipis tarintsu. Al que duerme sobre el inmenso árbol no lo encuentra ni el Chulla Chaqui.
El árbol grande y añoso es la guarida no sólo de los animales, también de las almas (Hatun hachachaw aya ratakun: El alma se guarece en el árbol grande; y el árbol grande es, generalmente, añoso), por eso se le debe respetar y no talarlo.
Sin embargo, para dormir, no todo árbol grande es recomendable; se debe evitar el árbol caimitillo porque es la planta preferida del diablo. Por algo su fruto es tóxico.
Chupayuq (chupa-yuq): que tiene cola, rabudo. En forma exagerada también se le llama: chupasapa (chupa-sapa) o chupas (apócope de chupasapa): que tiene rabo muy grande, rabón. A la persona malvada también se la califica como supaypa chupan: rabo del diablo.
Chusku raukanayuq, (Quechua I), tawa rawkanayuq (Quechua II); chusku diiduyuq (aparece dedo > diidu por la influencia castellana): que tiene cuatro dedos. Los animales de cinco dedos, como los seres humanos, son considerados como los más evolucionados. Del supay se dice que tiene tres dedos o máximo hasta cuatro dedos. A continuación aparece el relato de un anciano septuagenario de Quitaracsa Matildo Carranza López (1970), que dormía solo en una cueva.
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Hapallaa machaychaw puñukuykaptii, pichi qipaapita ñikisapaamarqan; sas makinta achkuykurqaa, chusku diidullata yataykurqaa. Tsay patsa, pi kanqanta musyarir, upaallalla kamakuyta qallaykurqaa.
(Cuando estaba durmiendo solo en la cueva alguien me cosquilló desde atrás; rápido atrapé su mano, y toqué sólo cuadro dedos. En ese momento, al saber quien era, comencé a rezar en silencio).
Esta misma concepción de medir las jerarquías por el número de los dedos también hallamos en la cultura coreana. Las figuras de los dragones en las ropas de los nobles son diferentes en el número de dedos. “La figura del dragón sólo estaba permitida para la familia real: para la ropa del rey y reina usaban figuras del dragón de cinco
dedos, para el príncipe usaban el dragón de cuatro dedos, mientras para el nieto usaban dragón de tres dedos”15. Como se aprecia, el número cinco es la realización total, la
evolución completa, el todo, el universo. Las culturas quechua y coreana son quinarias.
Hapiñuñu: un ser con tetas muy grandes y grotescas que le cuelgan hasta la cintura. Qapi: acto de sacar leche. Ñuñu: teta, ubre.
Tiene la imagen femenina con tetas grandes. El cronista indígena Felipe Guaman Poma de Ayala lo menciona al hablar de la primera edad de la humanidad: “Que en esta tierra primero uiuían serpientes amaro; saluages, zacha runa, uchuc ullco; ticres, otorongo; duendes, hapi nuno; poma, león; atoc, sorra; hozos, ucumari; luychoc, venados”16.
Ruqu: carente de oreja o de oreja corta por naturaleza o accidente, mocho, de cabello corto que imposibilita hacer la trenza, sin sombrero que es una prenda muy necesaria en el campo para protegerse del sol, frío y viento.
15 Imágenes de Corea. Seúl: Ministerio de Cultura y Turismo, 2002, pp. 12-13.
16 GuamanPoma de Ayala, Felipe: Primer nueva coronica i buen gobierno, op. cit., folio 50; la cursiva es nuestra.
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Por intervenir en tantos problemas ha perdido una oreja o las dos, y hasta le han trozado la trenza. Y, aunque tuviera orejas y cabellera, si no usa sombrero es un ruqu. La imagen de un ser humano sin oreja y sin cabellera que cubra esa carencia es, realmente, antiestética.
La palabra ruqu también significa esclavo, explotado, que no tiene tiempo para descansar. El esclavo carece de prendas para proteger su cabeza y cuerpo.
Achachay, ruqu purinki, tsukukuy.
Qué miedo, andas mocho (como el diablo), ponte sombrero.
Supaypa ruqunnaw paqaspa, hunaqpa arunki.
Trabajas de noche y de día como un esclavo del diablo.
Shapshaku: barbudo, velludo. Otras variaciones: shapshiku, shapinqu, shapi, yashinku. Las formas castellanizadas son: shapshaco, shapingo, yashingo.
La palabra shapra se refiere sólo a la barba y al bigote, vello facial. La palabra sapra se refiere a todo vello del cuerpo. Los vellos ocultan la identidad corporal y quitan la belleza. Además, los vellos los asemejan más a los animales.
Muchos andinos, aunque no hablen quechua, nombran al diablo por shapshaco. Y cuando se les dice que es una palabra quechua, se asombran de saber algo de quechua. En las palabras shapshaco y shapingo se ve la apertura vocálica en la última sílaba, una característica del castellano.
En el área de Nauta (selva peruana) el diablo barbudo, yashingo, teme a los perros y monos. El pájaro chicua es su amigo, por eso no se come este pájaro. Si el yashingo atrapa a la gente que va al monte, generalmente varones, la esconde en las grietas de los troncos de los árboles.
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La descripción actual de los diablos barbudos, amantes de juegos y ambiciosos del oro es una clara referencia a los conquistadores españoles.
Suqu: de color gris, ni blanco ni negro. Algunos, que dicen haber visto al diablo, afirman que es de color gris (suqu); por eso lo llaman solamente como suqu. Como ya dijimos en la explicación etimológica: suqu upay > supay.
Nuqataqa suqupis yuripamantsu.
A mí no se me aparece ni el sogo (la forma castellanizada).
El color gris no es bello como el negro y blanco que son colores definidos.
Waqrashqa (waqra: cuerno; -shqa: participio pasado): que tiene cuerno, cornudo. Los animales oriundos con astas son: venado, (lluytsu, lluychu, odocoileus peruvianus), taruca (ciervo, hippocamelus antisensis); sólo después de la llegada de los españoles aparecen los vacunos, caprinos y ovinos. Quizás por la influencia cristiana también lo llaman nina waqra (de cuerno ígneo).
Los animales astados, fuera de dar miedo, no son considerados bellos. Por eso, las máscaras con cuernos son temibles y feas.
Allaapa tutapan, puñukushun, waqrashqawantaq kamakashwan.
Durmamos, (la noche) está muy oscura, quizás podríamos toparnos con el cornudo (diablo).
En ciertos lugares despoblados (haapa) los diablos cornudos, rabudos y velludos cantan y bailan haciendo movimientos grotescos e impúdicos. Mientras cantan y bailan, gozan tocándose morbosamente:
Chakikitaraq, makikitaraq,
waqraykitaraq, chupaykitaraq,
sapraykitaraq, chuchuykitaraq,
pupuykitaraq, sikikitaraq…
pupuykitaraq, sikikitaraq…
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Ahora tu pie, ahora tu mano,/ ahora tu cuerno, ahora tu cola,/ ahora tu vello, ahora
tu teta,/ ahora tu ombligo, ahora tu culo…
2. Hediondo
Asyaq (asya-q, participio presente): que huele mal, hediondo. Es la carencia de la buena fragancia.
La palabra supay (supee en el Callejón de Huaylas. Fenómeno de adiptongación muy común en esta área) tiene cierta similitud fonética con supi (pedo). A pesar de esta similitud externa, el diablo huye del pedo y del excremento humano porque él ya hiede per se. Por esta razón, los que ya conocen esta debilidad del supay, cuando sienten su presencia, se defienden pedando o dejando excremento en la vía de entrada a su refugio.
El citado relato “El tonto y el diablo” es la ridiculización del supay17.
En el rezo Shamuy Espíritu Santu (Ven Espíritu Santo) –dentro de un cuaderno de rezos de Quitaracsa- hay una mención de esta palabra:
Kay shunqullaapita De este mi corazón
qarqurikullay arrójalo, por favor,
asyaqta, supayta, al demonio hediondo
munaynin shamuqta. y a su tentación.
(El resaltado negro es mío).
3. Carente de moral familiar y social
Los seres humanos viven en una comunidad que se rige con normas estrictas: respeto recíproco (allí rikaanakuy), compasión recíproca (kuyapaanakuy); pero esta actitud
compasiva es por amor (kuyay > kuyapay) y no por lástima (llakipaanakuy), El cumplimiento de éstas se expresa en el orden y la tranquilidad; sus transgresiones causan problemas y los acercan al caos, al demonio.
17 Carranza, Madre tierra, Padre sol, op. cit., pp. 88-91.
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Chakri: incestuoso.
Los seres humanos, desde niños, deben conocer muy bien quiénes son sus familiares sanguíneos y espirituales. A estos familiares se los debe respetar y proteger. Por eso, los mayores tienen la obligación de organizar periódicamente la reunión de los miembros del clan (ayllu tinku). Así se evitan las relaciones frías y las relaciones incestuosas entre los padres y los hijos, entre hermanos, entre los abuelos y nietos, entre los primos hermanos, entre tíos y sobrinos... La ruptura de la moral familiar es
considerada como una falta muy grave.
Desde la llegada de los cristianos en 1532, año de la captura del inca Atahualpa en Cajamarca, aparecen las relaciones de compadres, comadres, padrinos, madrinas y ahijados. La relación sexual entre un compadre y una comadre es una grave falta. También es grave falta la relación de los padrinos y madrinas con los ahijados.
El incestuoso ya está poseído por el diablo antes de morir. Esta experiencia se muestra en el trance onírico porque el sueño es considerado como un ensayo de la muerte. El alma del varón pecador, mientras reposa su cuerpo, trabaja como esclavo en las minas del diablo. El alma de la mujer incestuosa sirve de cabalgadura del diablo. Hay muchos relatos de almas condenadas por tener las relaciones indebidas entre compadres, de los padrinos o madrinas con los ahijados18.
Las cabezas de los incestuosos también vuelan mientras duermen, van gritando ¡qi, qi! en busca de un reemplazo; por eso no se debe dormir con la boca hacia arriba. La cabeza voladora es llamada qiqi (onomatopeya), paariq uma (cabeza voladora) o simplemente uma. En los relatos del área del Quechua II es llamada qarqaria o qarqarya, voz de origen onomatopéyico19. Aun después de la muerte, las cabezas de los incestuosos siguen vagando por las noches en busca de otra alma reemplazante para transmitirle su sufrimiento. La única forma de vencer al qiqi es adelantarle a su tumba, poner piedra o excremento en el vacío que ha dejado la cabeza. Así la cabeza caerá putrefacta; entonces, inmediatamente debe ser quemada para acabar el mal. El fuego purifica no sólo al cuerpo sino también al alma.
18 Carranza, Madre tierra, Padre sol, op. cit., pp. 97-98.
19 José Vilcatoma y Takahiro Kato en Cuernos y colas, eds. López Austin y Millones, op. cit.
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Sin embargo, el relato más difundido y que tiene relación con la religión cristiana es la relación sexual del sacerdote (padre espiritual de la comunidad, que ha hecho el voto del celibato) con la mujer. Es una relación indebida de lo sagrado con lo profano. Cuando la mujer de relaciones indebidas reposa, su alma se aleja del cuerpo y se convierte en la cabalgadura del diablo. Así la mujer comienza a ser parte de la naturaleza demoníaca como cabalgadura. A esta cabalgadura se la conoce como runa mula (mula humana) o nina mula (mula de fuego o mula infernal). Y el alma del sacerdote, mientras duerme, abandona el cuerpo y se convierte en jinete diabólico de la runa mula20. La palabra castellana “mula” ya hace una clara referencia del rechazo y condena de los quechuas a la conducta de los curas quienes, predicando la práctica de las virtudes, cometen muchos pecados. Si el animal mula es un híbrido entre burro y yegua; las expresiones runa mula, nina mula son también híbridas del quechua y el castellano.
4. Por la carencia de moral individual
Fuera de la responsabilidad social también existe la responsabilidad del cuidado personal que es parte de la autoestima.
Saqra: desordenado, sucio, indisciplinado, bullicioso, feo. El demonio es un ser que ha perdido su autoestima; sólo se acicala cuando quiere tentar a la gente.
En muchos pueblos andinos hay danzas de bailarines disfrazados grotescamente con máscaras y cuernos que representan al diablo. “Tal es el caso de los saqras y diabladas del Sur del país y el de los diablicos de la Costa Norte”21. El danzante saqra no se atreve a mirar directamente a la imagen sagrada de María que representa a la claridad y bondad. La claridad, el sol y Jesús (que nace del vientre de María) dan miedo al saqra quien se arrodilla y clama la bendición y redención.
20 Carranza, Madre tierra, Padre sol, op. cit., pp. 92-96.
21 Hiroyasu Tomoeda & Luis Millones, eds., “El mundo de color y del movimiento”, en Historia, religión y ritual de los pueblos ayacuchanos, Osaka: National Museum of Ethnology, p. 138.
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La palabra saqra también se refiere a la mujer despreocupada de su aspecto físico y que pierde a los hijos por no saber cuidarlos. Este dato fue encontrado en el pueblo de Callhuash ubicado en la Cordillera Negra (Áncash).
Tunchi: diablo de aspecto grotesco.
Es un ser invisible y vive en la selva peruana. Su silbido es de línea horizontal (sin cadencia ni anticadencia), silbido muy propio de los espíritus.
V. OTRAS EXPRESIONES CON MENCIONES DEL SUPAY
INSULTOS
Son expresiones hirientes que hasta parecen maldiciones:
Supaypa chupan: cola del diablo. Aunque la cola es la parte final de un animal, es parte del cuerpo. Es el malvado que está siempre vinculado con cualquier maldad. Es la persona corrupta que carece de escrúpulo moral. Si es descubierto en su maldad, echa la culpa al demonio: Supaychi hutsaman ishkitsimarqun (Posiblemente el diablo me habría hecho caer en el delito).
Supaypa pukllanan: Juguete del diablo. Persona de conducta disipada, un títere o juguete en las manos del supay. Siente placer en las maldades que hace.
Supaypa chunkanan: Objeto diabólico que rueda (Dicho por muy pocos), Por la influencia castellana: Supaypa pelotan: Pelota del diablo. En esta expresión hay la asimilación del castellano “pelota”. Instrumento al servicio del diablo. Objeto que, aunque muchos lo pueden “jugar” (tocar de maneras obscenas), no se siente ofendido(a).
Supaypa ruqun: Esclavo del diablo. Persona que sólo hace maldades. La palabra ruqu (sin sombrero) es una referencia a los esclavos de la zona cálida que no usaban esta prenda para defenderse del sol, viento y frío.
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Supaypa wawan: Hijo de la diabla. El sustantivo wawa (hijo o hija) es la expresión que usa la madre para referirse a su hijo o hija. En esta expresión se nota el machismo andino porque el sustantivo supay está feminizado.
Supaypa wachashqan: (lit.: Que ha sido parido por la diabla). Engendro del diablo. Otra expresión machista porque quien pare es la hembra y no el macho.
En estas dos últimas expresiones se relaciona al engendro con la madre. Si la relación es con el padre se usa tsuri (QI) o churi (QII). Innegable machismo porque el insulto relaciona al insultado con la madre y no con el padre. El hispanohablante que ignora el quechua lo repite para insultar sin tener en cuenta el error.
ETNONIMIA
Supaypa iksin: Nudo del diablo. Es un nudo muy seguro, difícil para desatarse y zafarse porque parece hecho por el mismo diablo.
ANATEMAS
En el inicio del capítulo SUPAY, SER DE MUCHOS NOMBRES Y FORMAS, ya se ha dicho que en la cultura quechua no se expresa con tanta libertad el nombre supay porque, fuera de ser temido, él se alegra de que lo nombren por su verdadero nombre. Además, los siguientes anatemas están relacionados con la muerte violenta o asesinato. El pensamiento, antes de convertirlo en palabra y acto, debe ser sopesado (examinar el pro y contra del tema). La palabra emitida tiene el poder mágico con consecuencia positiva o negativa. Sólo en casos extremos de ira se puede recurrir a estos anatemas:
¡Supay apashuy!: (lit.: Que te lleve el diablo). ¡Muérete de la peor forma!
Es una terrible maldición para otra persona, ya que no sólo expresa el deseo de que se muera por algún terrible accidente sino que hasta se condene para siempre.
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¡Supaynikita apatsishqayki!: (lit.: Te voy a hacer cargar tu diablo). ¡Te voy a matar! ¡Te voy a asesinar! ¡Voy a causarte la peor muerte!
Esta expresión y la anterior son suficientes para el inicio de una enemistad y pelea porque son amenazas.
Supayniita apashaq: (lit.: Voy a llevar mi diablo). Me moriré como sea.
Supaynii apamaatsun: (lit. Que me lleve mi diablo). Ojalá me muriera aunque sea de la peor forma.
Tampoco se debe decir: Wañukuuman (Ojalá me muriera). La vida no hay que menospreciarla. Hay un relato andino en que un hombre, hastiado de su vida de miseria y sufrimiento, había pronunciado varias veces esta expresión hasta que la muerte, con la figura de un degollador, se le presentó dispuesta a cortarle el cuello. En ese momento el hombre se arrepintió de su falta de prudencia al hablar.
VI. EL LADO IZQUIERDO Y EL SUPAY
Esta parte del estudio tiene relación con la geomancia andina: Si la persona se pone de pie mirando hacia el norte comprende que las direcciones geográficas positivas son el este y el norte; las negativas son el sur y oeste. Por eso, la ubicación de la cabecera para dormir debe estar hacia el norte o hacia el este; el buen descanso depende de este detalle. Asimismo, es importante la dirección de la cabecera para el difunto ya que va a dormir para siempre en su tumba. Un cadáver mal enterrado puede traer mala suerte a los familiares vivos. En la construcción de las viviendas, las puertas y ventanas deben estar hacia las direcciones positivas. El altar en los templos construidos con criterios geománticos está en el oriente.
Siguiendo con la ubicación del hombre con la frente hacia el norte, el este (punto cardinal) queda en su diestra. Por esta razón, el lado derecho es considerado positivo no sólo porque tenga relación con la mano derecha (alli maki: buena mano, diestra, buena dirección -condición física de la mayoría-), sino también porque en este lado está el levante o el oriente por donde sale el sol dando inicio del nuevo día. El día, la divinidad y las fuerzas positivas están relacionados con el lado derecho.
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El lado izquierdo (itsuq, ichuq, ichuka, mana alli maki -condición física de muy pocos-) es negativo. El sol se oculta por el occidente dando el fin del día solar. La noche y la fuerza negativa tienen relación con la izquierda. Pero, para combatir y vencer a las fuerzas negativas se debe usar la mano izquierda. En el relato “Origen de las hormigas” el héroe Illaqu, para salvar a su amada Ayra, vence al supay combatiendo con la mano izquierda. En el relato “El hombre oso” Ukuku Runa, el hombre oso, vence al alma condenada y al supay combatiendo con la mano izquierda. En el relato “Salvación de alma condenada” el abuelo lucha contra el alma condenada con la mano izquierda 22. Los geománticos dicen que son las únicas formas de vencer a los espíritus negativos.
Los cristianos, mirando la iconografía, explican que por algo Jesús murió en la cruz con la cabeza volteada hacia la derecha donde estaba Dimas, el buen ladrón. Y los cristianos andinos añaden sus símbolos sobre la cruz: el sol, símbolo del día, sobre el brazo derecho; la luna, símbolo de la noche, sobre el brazo izquierdo; y el pájaro sagrado sobre la madera vertical de la cruz.
Esta concepción de oposición: derecha (dios) / izquierda (demonio) también se da en otras culturas. “Cuando un hombre se prepara a realizar sus abluciones, los ángeles se colocan a su derecha y los diablos a su izquierda”23.
VII. CONCLUSIONES
1. El demonio es un ser universal. ¿Dónde no existe el demonio?
2. La concepción andina del feo, maloliente y malvado supay, a pesar de algunas particularidades, es semejante a la concepción de otros grupos humanos.
22 Carranza, Madre tierra, Padre sol, op. cit.
23 Las mil y unas noches, tomo II (Historia de la docta simpatía), Barcelona: Ediciones 29. 1987, p. 648.
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3. El demonio andino puede inducir al error, esclavizar, maltratar y torturar al ser humano pero no se lo come porque el espíritu no tiene hambre ni tiene estómago. No es antropófago.
4. Aunque el supay haga maldades y travesuras, también puede ayudar al ser bueno que está en desgracia y necesidad; por tanto, no es un símbolo de la maldad absoluta.
5. Algo muy importante, la presencia del supay en algún lugar o momento es una advertencia del peligro mortal. Si alguien osa desafiar a la naturaleza peligrosa imprudentemente, aun sabiendo el peligro, es un temerario. El valiente es alguien
que sabe medir los riesgos, y sólo se atreve a desafiar el peligro cuando ya no hay otra opción. El supay, aunque es un ser que provoca el miedo, advierte el peligro.
6. La relación del supay con la riqueza material tiene su explicación en la conducta humana de quien, logrando la riqueza, no sabe compartir con los demás. El egoísmo es malo. La avaricia es un grave error.
7. Las relaciones calificadas como diabólicas son: endogamia sanguínea (que se evita mediante la periódica reunión familiar -ayllu tinku-), endogamia espiritual (relación social por opción voluntaria: entre compadres, entre padrinos y ahijados) y la relación del sacerdote con una mujer.
Bibliografía
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-El mundo da vueltas, Trujillo: Papel de Viento, Trujillo, 2006.
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Marcos Yauri Montero, Puerta de la alegría, Lima: Universidad Ricardo Palma, 2006.
Excelente, muchas gracias
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