domingo, 29 de julio de 2018
JULIO, MES DE FESTIVIDADES
Francisco Carranza Romero
En Perú el mes de julio es muy especial porque es la época de festividades: Fiestas Patrias y Fiestas de Santiago.
En las ciudades hay mucha manifestación exterior de los símbolos patrios: obligatorio embanderamiento de casas y edificios, exhibición de escarapelas rojiblancas en los pechos, desfiles de todo tipo al son del ritmo y tono de las bandas de músicos, ceremonias solemnes que incluyen el rito religioso Te Deum y discursos patrioteros y altisonantes.
Como es también el mes del primer aguinaldo, muchos salen de Lima para retornar a las provincias. Ante tanta demanda, los precios del transporte público se duplican y las agencias de viaje, irresponsablemente, ponen al servicio cualquier vehículo con tal de ganar dinero. Por tanto, este mes es también de muchos accidentes en las carreteras.
En las áreas rurales del Perú la gente celebra alegres fiestas populares dedicadas a Santiago el Apóstol o Santiago el Mayor (hermano mayor de Juan el Evangelista. Dos discípulos preferidos de Jesús también conocidos como Hijos del Trueno).
Este santo patrón de España, cuyo día central es el 25 de julio, llegó con los españoles. En las luchas de la reconquista española fue llamado Santiago Matamoros. En América fue llamado Santiago Mataindios. A pesar de este segundo apelativo llegó a tener mucha aceptación en los Andes por ser llamado Hijo del Trueno. Es que el trueno (illapa) es una de las divinidades andinas. En muchos lugares es conocido como Shanti Illapa.
El mes de julio es illapa killa: mes dedicado al trueno. Shanti Illapa o Tayta Shanti Illapa es venerado con danzas, cohetes y fuegos artificiales de día y noche. Los pueblos vecinos se ponen de acuerdo para no celebrar la fiesta el mismo día; por eso, todo el mes de julio es para bailar el Santiaguito. Una demostración de que los andinos saben combinar bien sus creencias con las cristianas.
En la ciudad de Seúl, capital de Corea del Sur, el Museo Folclórico ha dedicado este mes a la exhibición de fotografías, herramientas y otras cosas sobre las salineras del mundo que los funcionarios del museo visitaron e investigaron.
Las imágenes de la salinera de Maras (Cusco, Perú) está en publicidad. Con este motivo el 25 de julio de 2018 fue el día dedicado a Perú.
En este evento el embajador peruano habló sobre Maras como atracción turística. Dos músicos arequipeños, residentes en Corea, deleitaron al público con la música andina interpretada con instrumentos también andinos. Francisco Carranza dio una conferencia sobre la cultura de sal. La peruanidad se siente y cultiva dentro y fuera del Perú.
Historia magistra vitae est: La historia es la maestra de la vida
En este ambiente festivo también hay motivo para reflexionar sobre la peruanidad superando las diferencias geográficas y étnicas.
Muchos peruanos, despreocupados del pasado y del futuro, tratan de vivir sólo el presente; pero el presente es tan fugaz que, aunque se intente detenerlo para sentir su presencia, pasa rápido y nos deja con las manos vacías. Carpe diem (goza tu día) es un lema consciente e inconsciente de muchos.
El pasado, si miramos con atención, es lo único real que se extiende a nuestra espalda como una cauda larga. Es la única realidad objetiva que conocemos y podemos analizar. Por eso, sin conocer bien el pasado, ¿cómo podemos construir el presente y el futuro?
Así la historia se convierte en la sabia consejera de la vida. Cuánta razón tenía el romano Marco Tulio Cicerón (3 de enero de 106 a C-7 de diciembre de 43 a C): Historia vero testis temporum, lux veritatis, vita memoriae, magistra vitae, nuntia vetustatis. (La historia es, en verdad, testigo de los tiempos, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, mensajera de la antigüedad).
Desgraciadamente, muchos peruanos viven renegando del pasado prehispano como si fuera una vergüenza que habría que borrarla.
Estos peruanos renegados, si pudieran blanquearse con una sustancia como la lejía, se someterían al proceso de blanqueamiento porque, mentalmente, ya lo están haciendo con sus prejuicios, actitudes y gustos. Son los productos de la escuela eurocentrista. Son los hijos del neocolonialismo.
El futuro es lo desconocido por más que lo consideremos ya programado y planificado. Es nuestro deseo y esperanza. Es nuestro sueño despierto que miramos con la ilusión de que sea más incluyente que el presente para sentir la peruanidad superando las diferencias.
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