EVADIR LA RESPONSABILIDAD,
UNA MALA COSTUMBRE
Francisco Carranza Romero
El ser humano, muchas
veces, habla, gesticula, escribe y actúa llevado por su impulso descontrolado
sin juzgar si sus palabras, gestos y actos son buenos o malos para él mismo y
para otros.
Después, cuando él mismo
o por intervención de otra persona, se da cuenta de las consecuencias del error,
no asume su responsabilidad inmediatamente. Al contrario, comienza a justificarse
culpando a otras personas y cosas. Por esta falta de autocrítica tenemos
expresiones y acciones que se repiten mecánicamente desde hace muchos siglos.
Como en Perú la política
de la educación busca la incorporación de los hablantes de las lenguas nativas a
la nación mediante la castellanización en vez de fomentarles el conocimiento y
la valoración de sus propias culturas, las evasiones de responsabilidad verbales
y fácticas también son transmitidas y hasta que son traducidas. Y, para evitar
la generalización, presento las expresiones evasivas en latín, español y
quechua ancashino (en cursivas).
Lapsus linguae:
error de la lengua. La lengua, el órgano más activo de la fonación verbal, es
sólo una herramienta.
En quechua: shimi
pantay: error de la boca. Por suerte, existe la crítica a la evasión de la
responsabilidad: Shimikitsu pantan; qammi pantanki: Tu boca no es la que
se equivoca; tú te equivocas.
Y, juzgando con
objetividad, quien habla es el ser humano; por tanto, la lengua y la boca no son
culpables del error (lapsus). El mensaje es elaborado por el pensamiento;
luego, las palabras son seleccionadas para realizarlas fonéticamente.
Lapsus calami:
error de la pluma. Una referencia a la época en que se escribía con la pluma y
la tinta líquida. Cuando después fueron inventados los lápices y bolígrafos se
siguió repitiendo la frase latina sin pensar que el cálamo, lápiz y lapicero son
sólo los instrumentos auxiliares de la realización gráfica del escribiente
humano.
En quechua: qillqa
pantay: error de escritura. Otra crítica al evasor de su responsabilidad
gráfica: Qillqaqa kikintsu qillqakan; qammi qillqanki: La letra no se
escribe per se; tú la escribes.
Lapsus digiti:
error del dedo. Después del invento de la máquina de escribir se echa la culpa
a los dedos porque éstos son los que presionan las teclas para escribir. Y en
los tiempos actuales seguimos usando los dedos; pero ya no ponemos el papel a la
máquina para ver el texto escrito. Como en los casos anteriores el escribiente
es el ser pensante.
En quechua: rawkana
pantay. Pero, como la palabra rawkana está en desuso en muchas áreas
dialectales del quechua, se recurre al español “dedo” cerrando las vocales
medias: diidu pantay.
Fuera de las evasiones de
la responsabilidad citadas, hay otras.
Error de la política (lapsus piliticae).
Las autoridades del gobierno o de cualquier institución recurren a la palabra
“política” para no asumir la responsabilidad el error.
En quechua: mandu
pantay: error de la autoridad; imprisa pantay: error de la empresa. Mandu
tukur mana alli ruraskir upa tukunki: Después de cometer el error como autoridad
no asumes tu responsabilidad.
Ante el reclamo por una
medida injusta, como el despido intempestivo de un empleado, la autoridad evade
su responsabilidad diciendo: “Es la política de la empresa”. ¿Acaso la política
no es un acuerdo de los directivos de la institución?
Error del sistema (lapsus
sistemae). En la era cibernética se culpa al “sistema”, un
léxico polisémico por referirse a la máquina, computadora, celular, medidor,
plan, programa… Sin embargo, todas las máquinas y programas son controlados por
el ser humano; por eso, es su responsabilidad. La inteligencia artificial
también hace según lo programado.
Cuando un cliente reclama
por la cobranza excesiva del consumo de agua, la empresa proveedora dice:
“Pague primero, luego reclame; de lo contrario, se cortará el servicio”. El
cliente sin conexiones a alto nivel se siente estafado. Los técnicos enviados
por la empresa, después de ver los grifos e inodoros repiten la letanía:
“Parece fuga de agua. Parece problema del medidor viejo”. Después de esos pareceres
continúa el problema y el cliente sigue “atrapado y sin salida”.
En quechua: maakina
pantay: error de la máquina. Maakinapis runapa rurayninmi; runam allitsanan:
La máquina también es obra de gente; la gente debe arreglarla.
¿Cuándo aprenderemos a
asumir la responsabilidad de nuestros actos?
La forzada
castellanización también es la imposición consciente o inconsciente de las
taras (irresponsabilidad, falta de autocrítica) de la sociedad dominante. Los
prejuicios étnicos y culturales de los hispanohablantes son insultos para los
nativos. ¿La escuela castellanizante ha mejorado a las comunidades indígenas? ¿El
servicio militar de los indígenas los humaniza más? Pareciera que la
castellanización es para que los indígenas sepan sus deberes (órdenes) y no
para que conozcan sus derechos.
Muchos nativos, víctimas
de prejuicios y discriminaciones, se avergüenzan de sus orígenes y de su cultura;
por eso, apenas aprenden a comunicarse en español, lo usan evadiendo el uso de
su lengua materna. En esta situación, cuando tienen hijos, aprovechan la
oportunidad y buscan nombres extraños para desindigenizarlos. Esta conducta es también
el resultado de la escuela alienante y castellanizante. Por suerte, hay algunos
bilingües coordinados en lengua indígena y castellana que las usan bien según
las circunstancias.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarExcelente publicación yachatsiq. Leo con suma atención y reflexiono sobre la importancia de asumir responsabilidad de nuestras acciones y palabras. De hecho que el pensamiento quechua refleja en su hablar la sinceridad como característica.
ResponderEliminar