lunes, 22 de febrero de 2016

COREA PARTICIPA EN LA EDUCACIÓN PERUANA

COREA PARTICIPA EN LA EDUCACIÓN PERUANA

Francisco Carranza Romero

Non discimus scholae sed vitae 
(No enseñamos para la escuela sino para vida)

Los valores humanos son universales: la verdad, la honradez y la vida dedicada a una labor. La diferencia está en el modo de entender y practicar estas verdades cada día en el hogar, en la escuela y en la sociedad donde se vive. Y el proceso educativo se da en los tres espacios, y no sólo en el centro escolar como piensan algunos padres de familia que envían a sus hijos a esta institución esperando que ella los “eduque y discipline”. Precisamente, estos padres de familia son los que menos están en contacto con la escuela; por tanto, no hacen el seguimiento continuo del proceso educativo de sus hijos.

La palabra disciplina, tan poco entendida, es la que más nos cuesta ponerla y practicarla en cada momento de la vida.

Aportes de la República de Corea

Desde que supimos que Perú había ocupado el penúltimo lugar en el examen internacional PISA (Program for International Student Assessment) en 2009, el lamento, la vergüenza y la cólera nos quitaron la tranquilidad. Pero, también sabíamos sobre algunos egresados de las escuelas públicas que habían tenido éxitos dentro del Perú, y los que habían salido al extranjero para seguir su formación profesional compitiendo en buena ley hasta obtener todos los títulos académicos. Y hasta habían sido captados por instituciones extranjeras. Entonces, ¿qué hacer?

La doctora Hyesun Ko de Carranza, docente de la Universidad Dankook (Corea), coordinó con las autoridades educativas peruanas, con la Pontificia Universidad Católica del Perú y con una escuela pública; formó un equipo coreano, elaboró el proyecto de apoyo pedagógico en una escuela peruana y lo presentó a KOICA (Korea International Cooperation Agency: Agencia de Cooperación Internacional de Corea). Y KOICA, después de un proceso de selección muy exigente, aprobó el proyecto.

La comunidad educativa de Fe y Alegría N° 29 de Ventanilla Alta, Callao, que en 2012 ya había recibido las visitas de los representantes de KOICA y del rector de la Universidad Dankook estaba esperando con mucha fe el resultado del proyecto. Y, apenas supo la buena noticia de la aprobación del proyecto celebró con mucha alegría. Por este motivo, desde el 15 de diciembre del 2012, los voluntarios coreanos con conocimiento del español participan diariamente en la labor educativa.

Educar es construir el futuro

Este centro educativo ha celebrado el 25 de junio de 2013 su 31° Aniversario de existencia al servicio de la educación en el asentamiento humano Ventanilla Alta, un barrio pobre, para entender mejor. En la actividad cultural estuvieron presentes los padres de familia, los estudiantes, las autoridades de la Región y de UGEL–Ventanilla (Unidad de Gestión Educativa Local), los docentes y los voluntarios coreanos. El grupo de niños del proyecto coreano cantaron en coreano, inglés y castellano. Los asistentes comprobaron la interculturalidad real. Los fundadores y antiguos profesores recordaron cómo había comenzado I. E. Fe y Alegría N° 29: “Nos entregaron un pampón de veinte mil metros cuadrados. ¡Allí comenzamos a dar las clases!” -Estaban emocionados- “Al principio las aulas tenían paredes y techos de esteras. Del piso, ni hablar: tierra dura por tantas rociadas y pisotones. Ahora ya es un local presentable”. Una gran proeza que comenzó en 1982. Sin embargo, todavía quedan áreas arenosas donde el viento levanta la polvareda. La costa peruana, salvo las desembocaduras de los ríos es desierto y arenal. En 2013 cuenta con una población de 1200 alumnos de Primaria y Secundaria. Hay vida y mucha esperanza. La pampa grande, algún día, se convertirá en un campo deportivo que tanta falta hace.

Volviendo al proyecto coreano, así denominan a la participación coreana, las autoridades de la escuela seleccionaron 48 niños de Primaria (24 del Primer Año y 24 del Segundo Año) para que participaran en las dos clases extras de Matemáticas y Comunicación (una hora respectivamente). Como las clases de Primaria finalizan a las 12.20 pm; los 48 niños almuerzan en la cafetería de la escuela acompañados por los docentes coreanos y peruanos. Mens sana in corpore sano, es el principio que rige. Y desde el almuerzo se aprovecha para realizar la educación integral para la vida.

Si en los primeros días los niños y padres de familia llamaban “chinos” a los coreanos, ahora ya diferencian y se dan cuenta que no todos los que tienen los ojos rasgados son chinos como piensa el peruano común; como tampoco, no todo blanco es gringo. Además, ya saben que el nombre oficial de Corea del Sur es República de Corea y reconocen bien su bandera. Los coreanos también ya saben que Perú es un país multicultural y de variedad de rasgos antropológicos. Los niños, por ser más sensibles a las novedades, distinguen y combinan bien las canciones y danzas peruanas y coreanas. En Fe y Alegría N° 29 de Ventanilla Alta, los peruanos y coreanos estamos viviendo una experiencia real de interculturalidad.

Estamos construyendo puentes

Por compartir tantas experiencias durante más de seis meses en I. E. Fe y Alegría N° 29 de Ventanilla Alta tenemos conocimiento de la realidad familiar de nuestros 48 niños. A continuación van algunos datos:

Primer Año: De 24 estudiantes, 9 viven sólo con sus madres. Y la realidad más preocupante es del salón Libertad. De 8 miembros del proyecto, 5 viven sólo con sus madres; sólo 3 viven con madre y padre. Esos cinco son los más retrasados en Comunicación y Matemática; además, tienen problemas de conducta, van a la escuela sin aseo y tienen pocas ganas de estudiar.

Segundo Año: De 24 estudiantes, 5 viven sólo con sus madres; una vive son su tía porque su madre convive con otra persona.

De los 48 estudiantes 15 niños viven en un hogar desintegrado. Esta realidad afecta la alegría y tranquilidad tan necesarias en la formación de un niño. Aun así, tratamos de construir sueños mejores.

En las reuniones bimensuales con los padres de familia informamos cómo va el proceso del proyecto de apoyo pedagógico, recibimos sugerencias y muchas expresiones de gratitud a KOICA, a la Universidad Dankook que ha donado valiosos materiales didácticos, y a Corea. La gratitud se expresó en un almuerzo de pachamanca que prepararon las madres del Segundo Año. Al ver que los coreanos comían bien este plato muy peruano, comentaron: “Aprecian nuestra comida. ¡Hasta se yapan!”. Y el grupo coreano también les hizo probar la comida coreana a las madres de familia y a los profesores. “Es picante como nuestra comida”, comentaron. Son oportunidades en que aprovechamos para comprometerlos más en la educación de los niños.

La acción educativa está creando fuertes puentes entre los peruanos y coreanos. Y los resultados de este contacto vivencial no es noticia sensacional, pero crean acercamientos humanos reales y duraderos. En la educación los resultados no son inmediatos. La educación no es una industria cultural.



* Instituto de Asia y América, Universidad Dankook, Corea

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