lunes, 22 de febrero de 2016

EL CAMBIO CLIMÁTICO NOS OBLIGA EL CAMBIO MENTAL

EL CAMBIO CLIMÁTICO NOS OBLIGA EL CAMBIO MENTAL

Francisco Carranza Romero


Nuestra América en un vaivén

La primavera del 2014 en el Hemisferio Sur está marcada con lluvias torrenciales, inundaciones y sismos. El otoño del Hemisferio Norte es de tormentas de nieve y huracanes.

Nuestra América milenaria, conocida también como Nuevo Mundo, es el espacio donde viven ciudadanos que narran con esfuerzo su historia en muchas lenguas y con diferentes voces. Viven, simultáneamente, en su modernidad y en su antigüedad. Y, a pesar de las diferencias físicas y culturales, tratan de vivir con tolerancia porque es la única manera para no ahogarse ni congelarse.

Parece que estos fenómenos naturales violentos e inestables contagian a la población porque el clima político y social es de desapariciones y crueles ejecuciones de personas. En estos días México está en la noticia diaria; pero estos hechos que dan vergüenza a la humanidad, hace unas décadas, sucedieron también en Argentina, Chile y Perú donde los familiares no se cansan de reclamar el paradero final de los desaparecidos.

Las acaloradas campañas electorales por los cargos políticos enfrentan a grupos que aprovechan la oportunidad para liberar sus bajas pasiones contenidas. Y, aun terminada la contienda electoral, la rivalidad continúa porque los malos contrincantes -ganen o pierdan- desean la inmediata venganza. Una clara demostración de que la democracia, tal como se practica, se está convirtiendo sólo en un medio para satisfacer los intereses personales y grupales. Los políticos, ante un micrófono, distraen la atención del pueblo con sus dimes y diretes mientras las instituciones y los países avanzan a su suerte. ¿A quién pueden hacer creer que el objetivo es servir al pueblo?

Este año, 2014, Lima es la sede del foro mundial sobre el Cambio Climático (COIP 20). Habrá discursos, conferencias, lamentaciones, acusaciones, acuerdos y desacuerdos, promesas y firmas de documentos de buena voluntad. ¿Estarán invitados los defensores del medio ambiente?

Cambio mental

La naturaleza siempre ha estado en constantes cambios, y la humanidad ha sobrevivido adaptándose, haciendo los esfuerzos por conocerla mejor y llegando a llamarla Mater Terra, Madre Tierra, Patsa Mama, Pacha Mama… Naturalmente, quien la conoce más, la ama más. Algunos ciudadanos andinos, selváticos y costeños del Perú, que conocen y aman a la naturaleza, son los defensores del medio ambiente; defienden el mar, los manantiales, lagunas, ríos, pastizales y bosques. Los madereros, mineros y los explotadores de hidrocarburos, ávidos de las materias primas para ganar más dinero, con licencia o sin licencia del estado, rompen el equilibrio de la vida cuando obran sin planificar y sin consultar a los pueblos.

El cambio climático no es sólo un problema natural; es también cultural y social. Por eso, los hogares, los centros educativos de todo nivel, los municipios y los medios de comunicación deben promover el cuidado de la naturaleza y apoyar a los que arriesgan sus vidas defendiendo el medio ambiente.

Comencemos con el uso moderado de las bolsas plásticas que, aunque tengan la información “bolsa biodegradable”, no sólo afectan a las ciudades también llegan a las zonas rurales porque las personas llevan como envoltorios de sus cosas, y también porque el viento los lleva fácilmente. Poco a poco los plásticos aparecen en los caminos, ríos, mar, playa marina y en donde sea. En muchos países los supermercados ya cobran por cada bolsa plástica; así el comprador lleva su bolsa grande para evitar más gasto. Fuera del plástico, los papeles, latas y vidrios también están omnipresentes en las ciudades, ríos, playas y caminos del Perú.

El cambio climático, es un proceso natural, y la humanidad debe prepararse para salvar no sólo su vida sino también la del planeta.


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