domingo, 26 de junio de 2016

EL MUNDO DINÁMICO DE LOS QUECHUAS

EL MUNDO DINÁMICO DE LOS QUECHUAS

Francisco Carranza Romero


PATSA / PACHA

Para comenzar, partimos de la diferenciación formal y semántica de las palabras patsa, pacha en el quechua ancashino, conocido como Quechua I (Q I). El Q I es considerado como la forma más anticuada.


Fonólogicamente: Tiene dos pares mínimos que lo diferencia del Q II: ts / ch; vocal breve / vocal larga.
Fonemas africados alveolar /ts/ y el palatal /ch/.
Patsa: Esta palabra abarca el espacio (suelo, lugar, planeta Tierra) y el tiempo (lo cronológico y el suceso).  Por tanto, significa “mundo”, la realidad que no puede existir fuera del espacio y tiempo.
Pacha: estómago, vientre, parte central abultada o amplia. 
Pachasapa (pacha-sapa) > pachas (apocopación del morfema aumentativo –sapa): barrigón, panzón. Es la referencia al aspecto físico. Nos recuerda a la princesa Pachas, esposa de Huayna Cápac y madre del inca Atahualpa. Es un apellido usado en Perú.
Otro ejemplo: tsaki (seco) / chaki (pie).
Vocales breves y largas: haku (manto) / haaku (vacío); ama (no prohibitivo) / amaa (pateón de los gentiles).

Dialectalmente, el quechua se divide en Quechua I (Áncash, Lima, Cerro de Pasco y Huánuco); Quechua II (todas las otras variedades del Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia, Argentina y Chile).

TRES PRINCIPIOS QUECHUAS

En este momento nos interesa sólo patsa que aparece en tres principios: Patsa tikran. Patsa tuman. Patsa kutin. En las tres expresiones el sujeto es patsa, los elementos variantes son los verbos de movimiento.

Los quechuas, desde los tiempos prehispanos, los repiten como sentencias porque intuyen, sienten y comprueban que el mundo es de continuo movimiento. Sin embargo, los quechuas no son los únicos que piensan que el mundo está en movimiento y cambio. Los hinduistas, budistas y taoístas de Asia también tienen similar concepción.

Hinduismo: El dios Shiva danza moviendo todo el universo, es la fuerza de la creación y destrucción. Budismo: Todas las cosas aparecen y se desvanecen. El dunhkha es sufrimiento y frustración. Taoísmo: El yin y el yang son dos fuerzas opuestas que dinamizan los ritmos interior y exterior de las cosas.

1. Patsa tikran: El mundo gira. El mundo rota alrededor de su propio eje.

El verbo tikray tiene varios significados que son explicables en los ejemplos:
Voltear algo: Pikshaykita tikray: Voltea tu bolso. Muestra la cara oculta de tu bolso.
Mover algo en el mismo espacio: Qinchata tikraa: Muevo la quincha dentro del mismo terreno. Labor que se hace en las majadas cuando la parte ya está abonada.
Traducir: Kastillanupita kichwaman tikratsishun: Traduzcamos del castellano al quechua.
Voltear, girar: Kayman tikramuy: Voltea hacia aquí.

La Tierra no es estática ni plana. El movimiento de girar da la concepción de la línea curvada en el mundo. La Tierra rota y produce las fuerzas centrífuga y centrípeta. Como “el mundo da vueltas”, lo que hoy está arriba, mañana puede estar abajo. Nadie piensa que una situación es permanente; los seres humanos son agentes y objetos de los cambios. 

Patsa tikran se refiere al mundo local, al mundo atómico y subatómico. La acción de girar del trompo, peonza, tortera (juguetes y cosas de poco valor), se expresa con el verbo hiruriy. Para estos casos a nadie se le ocurre usar el verbo tikray.

2. Patsa tuman: El mundo gira alrededor de otro núcleo. El astro Sol (Inti) es el núcleo en torno al cual giran los otros cuerpos celestes como la Tierra.

Patsa Intita tumapan: La Tierra gira alrededor del Sol. La Tierra participa en la danza estelar (quyllur tushu). Y la música es el resultado de la misma danza cósmica. “[...] toda la materia, ya sea en la Tierra o en el espacio exterior, está envuelta en una danza cósmica continua” (Capra, Fritjof: “El Tao de la Física”, p. 274).

Otro significado del verbo tumay es “retornar”: Wayanaynaw markaaman tumaa: Vuelvo a mi pueblo como la golondrina.

3. Patsa kutin: El mundo vuelve. El tiempo vuelve. El hecho vuelve a suceder. 

El verbo kutiy en varios ejemplos:
Volver: Mayu pukyuman kutintsu: El río no vuelve a la fuente.
Suceder otra vez: Kay raymi kutinqam: Esta fiesta se celebrará otra vez. Este retorno no es un volver al mismo espacio y tiempo; es un movimiento espiral, en zigzag como de los laberintos y tejidos. 

Nadie vuelve al mismo espacio porque éste ya se cambió apenas pasado un suceso. Nadie vuelve al mismo tiempo porque éste es un proceso progresivo. El tiempo nunca regresa. El mismo ser humano está en un proceso de constantes cambios metabólicos en cada segundo. “Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos” es la voz del poeta Pablo Neruda. Sólo volvemos con el poder de la imaginación y creamos el “mundus imaginalis”, paralelo al mundo de la realidad externa. Un intento de arreglar el mundo a nuestro gusto y antojo. 

Los calendarios festivos y agrícolas expresan los supuestos retornos mediante los ritos y festejos; sin embargo, nunca es una repetición idéntica. Si el espacio y el tiempo son cambiantes, los participantes y los objetos también son diferentes de la vez anterior. En el proceso progresivo del mundo nada se repite.

El retorno es al vacío relativo, porque el vacío absoluto no existe. Haakuman yaykuy, mana rikakaq kallpam shuyashunki. Tsaypitam kallpasapa yarqunki. Haakupita yarquptiki, kallpaykim haakuchaw qipan. Ayram haaku kallpa: Entra al vacío, te espera la energía invisible. De allí saldrás energético. Y cuando sales del vacío, dejas tu energía en el vacío. El encanto es la energía del vacío.
(Una explicación sobre la palabra ayra: Como la danza estelar taki unquy fue prohibida y sus practicantes fueron perseguidos por los extirpadores de las idolatrías, este rito entró en la clandestinidad y sólo se practicó en lo más oculto con el nombre ayra, que significa encanto, encantamiento; pero también: resistencia).

El andino César Vallejo Mendoza nos dice que el vacío absoluto no existe: “No vive ya nadie en la casa –me dices-; todos se han ido. La sala, el dormitorio, el patio, yacen despoblados. Nadie ya queda, pues que todos han partido. Y yo te digo: Cuando alguien se va, alguien queda. El punto por donde pasó un hombre, ya no está solo. Únicamente está solo, de soledad humana, el lugar por donde ningún hombre ha pasado” (C. Vallejo: No vive ya nadie).

El Domingo de Pascua los niños de Quitaracsa (poblado a 3,300 msnm, Perú) se levantan muy temprano para ir a dar el saludo pascual a los mayores. Allí, fuera de los padres, todos los ancianos son abuelos, y todos los mayores adultos son tíos. (El siguiente relato es testimonial): Apenas clarea el día, el niño Javicho, abrigado con su poncho llega a la casa vecina. Juntando las dos palmas de las manos a la altura del pecho se acerca a una puerta donde vive la anciana Mama Juana, una tía abuela. -¡Santus Paskwas, mamay! (¡Mamita, Santos Pascuas!). La anciana sale hasta la puerta, le tiende sus manos juntas para que el niño madrugador las tome y las bese. Una vez terminado el ósculo, ella le responde. -Santus Paskwas, Hawichu. Watanqa, ¿tinkushuntsuraq, manatsuraq? (Santos Pascuas, Javicho. El próximo año, ¿nos volveremos a encontrar o quizás ya no?).

La respuesta de Mama Juana como la de otros mayores hace clara referencia al paso inevitable del tiempo, y a la fragilidad de la vida humana. El encuentro del saludo pascual es el principio y fin al mismo tiempo. El próximo año será otro encuentro o quizás el desencuentro.

La honda sagrada, que protege al que lo lleva, y sirve para enfrentarse contra todo lo malo (mala suerte, espíritu malo), es el paki waraka, honda de líneas quebradas que avanzan desde el principio (el asa) hasta el fin (la punta que vuela cuando se lanza la piedra).

CONCLUSIONES

1. El camino de rotar, girar alrededor de otro núcleo y retornar es una trayectoria espacial y temporal. Los movimientos de transformación son esfuerzos con sufrimientos y alegrías.

2. La expresión “El mundo da vueltas” contiene los tres principios quechuas, por eso su significado es muy amplio y hasta ambiguo. Los quechuas lo repiten ya en quechua o en castellano cuando quieren expresar que en este mundo nada es permanente.

3. La vida es la secuencia de partidas y retornos (nacer/morir; salir/entrar). 
Llullupitam qallantsik. Llullumanmi kutintsik: Partimos de la niñez. Volvemos a la niñez. ¿Quién no sabe que la ancianidad es el retorno a la niñez? 

Patsaqa tumanmi (El mundo da vueltas) es una advertencia de que el ser humano debe estar preparado para los cambios, y debe vivir con humildad.


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